El valor educativo de la ciudad.
Joaquín Prats, Joan Santacana
Sin duda, las ciudades
son un espacio en el cual se puede aprender mucho de ellas mismas tanto
actualmente como lo que fue de ellas anteriormente. Para ello, principalmente destaca
su patrimonio cultural, es decir, los monumentos, los museos, sus fiestas
populares, etc. Todo lo que forma parte de la ciudad en sí, tanto lo que
implica culturalmente, como lo material o lo natural.
El patrimonio es en ese
sentido lo más valioso de una población, ya que lo que somos hoy es producto de
lo que ha sucedido anteriormente, y lo que hoy somos será parte de lo que otros
serán en un futuro. De ahí la importancia de la historia, y del patrimonio ya
que es a través de él donde la podemos conocer y aprender nuestra historia.
Hoy por hoy disponemos
de nuevos recursos tecnológicos principalmente a través de los cuales podemos
conocer mejor el patrimonio de nuestra ciudad como son los paneles informativos,
los sistemas electrónicos que permiten acceder en cualquier momento, etc.
Para que el patrimonio
tenga una función educadora es necesaria la creación de actividades hechas a
medida, tomando en cuenta la edad por ejemplo. Otros aspectos a tener en cuenta
pueden ser el espacio o la forma de realización de la actividad, es decir, si
se puede producir de forma autónoma o con la ayuda de un guía.
El patrimonio se puede
clasificar según la interacción entre él y el ciudadano.
- 1 Primer grado: actividades en las
cuales se emite un mensaje. Ejemplo:
un guía explica las características y funciones de un monumento.
- Segundo grado: La actividad patrimonial
parte de un dialogo o una pregunta. Ejemplo:
En un museo el guía pregunta al visitante.
- Tercer grado: las actividades surgen
de la interacción entre el personal encargado del patrimonio y los ciudadanos. Ejemplo:
un cuestionario sobre qué opinan los habitantes de una ciudad sobre un
monumento.
Generalmente, las
actividades planteadas en las ciudades son de tipo informativas, tienen por
tanto como objetivo informar al ciudadano de un hecho. Otro tipo de actividades
son las lúdico-recreativas, las cuales tienen como objetivo el juego sin
pretender ser educativas. Como ejemplo de estas actividades tenemos las yincanas,
el teatro, los juegos de rol, etc. También encontramos entre las actividades
patrimoniales las que están relacionadas con el medio ambiente, las artes o las
letras y que reciben el nombre de actividades metodológicas, y cuyo nivel de interactuación
es muy alto. Por último también contamos con las actividades éticas o cívicas,
cuyo objetivo es educar en valores al ciudadano. Un ejemplo de este tipo de
actividades sería limpiar una playa.
Según Joaquín Prats y
Joan Santacana, “la educación no es el resultado de la escuela, la escuela es
el resultado de la educación”. Lo que con esta frase se quiere decir es que la educación
tiene su capacidad de mejora en la sociedad. La sociedad es quien educa.
Con esta visión sobre la
educación, es importante que las ciudades sean potenciadas para educar mejor a
sus habitantes, ya que la escuela solo reproduce la sociedad, como un espejo.
El patrimonio se puede clasificar según la interacción entre él y el ciudadano.
- 1 Primer grado: actividades en las cuales se emite un mensaje. Ejemplo: un guía explica las características y funciones de un monumento.
- Segundo grado: La actividad patrimonial parte de un dialogo o una pregunta. Ejemplo: En un museo el guía pregunta al visitante.
- Tercer grado: las actividades surgen de la interacción entre el personal encargado del patrimonio y los ciudadanos. Ejemplo: un cuestionario sobre qué opinan los habitantes de una ciudad sobre un monumento.
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