Nieves Blanco
La ideología que se utiliza en los libros de texto es importante en la medida en la que influyen en el alumno. Los libros deben cumplir con una función educadora en las ideas desarrolladas del alumnado.
La escuela es transmisora de conocimientos, de cultura y de valores. Pero la escuela solo transmite una parte de ellos. Para llevar a cabo esta transmisión de cultura social, las escuelas actualmente utilizan mucho los libros de texto como material educativo, de ahí su importancia. En los libros de texto se selecciona la información que es considera conveniente, o la mejor para aprender. Además tienen un valor real de lo que en ellos se escribe.
Detrás de los libros de texto escolares están las personas que los escriben, y que hacen esa selección de la información que en ellos ha de aparecer. Este hecho también se produce en las aulas, donde es el docente la persona encargada de manejar la información que recibirán sus alumnos.

Los libros de texto son vistos por muchas personas como transmisores de ideología. Es cierto que lo son, porque trasladan conocimientos, es decir, visiones particulares de la realidad un grupo de personas o de el individuo que lo escribe. Pero los problemas en cuanto a la ideología de un libro, es que en general suelen ser vistos como anónimos, y por tanto se busca la responsabilidad en la escuela, que desde mi punto de vista si la tiene, ya que de ellos depende escoger unos libros u otros, e incluso prescindir de ellos.
Por otra parte los libros de texto se pueden ver como una lucha generacional entre mayores y jóvenes. En este sentido se muestra una visión de la realidad desde una ideología predominante que pretende aleccionar en lo establecido hasta el momento.
Por último, otra problemática que muestran los libros de texto es la influencia demostrada que existe en ellos y que es cambiante según los cambios políticos que se produzcan.
En mi opinión los libros de textos deberían contener distintas visiones de la realidad, ya que eso propiciaría en el alumno una reflexión mayor, en la cual se puede basar en distintos conocimientos que le permitan alcanzar el suyo propio.
En nuestro país, a partir de los últimos 40 años hasta aquí se ha ido eliminando una declarada ideología en los libros de texto. Se está siguiendo un modelo en el cual los libros de textos intentan ser más objetivos y neutrales. La autora afirma que este cambio es insuficiente ya que al fin y al cabo se sigue teniendo un poder sobre lo que se escribe y sobre lo que se oculta.
Los libros de texto nos muestran nuestro pasado, no hablan del presente, y nos enfocan hacia el futuro. Es por su poder educativo, por lo que todos quieren aparecer e influir en ellos y lo hacen. Se observa sobre todo cuando existen cambios políticos en los cuales se pretende influenciar en beneficio de la ideología política, propiciando continuas contradicciones según la época en las que hayan sido escritos.
Podemos ver como por ejemplo en nuestro país se obvia la raza gitana, apenas se habla del plurilingüismo, se da una visión en contra de la inmigración, existen estereotipos sexistas, de religión o clase social, etc.
Está claro que aunque se hayan realizado ciertos cambios en los últimos años, los libros de texto siguen ofreciendo a los alumnos una visión sesgada y los ciudadanos hemos de preguntarnos si lo que en ellos se escribe es lo correcto o no. Los libros de texto deberían ser configurados no basándose en la imparcialidad, si no mostrando tanto lo bueno como lo malo de lo sucedido, con distintos puntos de vista y fomentando siempre un respeto por las personas, ayudar a empatizar y comprender y no haciendo crecer odios que nos lleven a cometer los mismo errores que en el pasado como sociedad, ya que la historia entre otras cosas nos sirve para mejorar.
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